viernes, 30 de marzo de 2012

De santas semanas.

Y es que una semana en la que te vas a disfrutar de la familia, esa que no tiene genes ni apellidos en común contigo pero son familia por méritos propios, de la buena compañía, de las risas, del sol si se puede, de grandes comidas, grandes en calidad y cantidad, noches de juegos y películas, paseos, paisajes maravillosos, de la tranquilidad, del aislamiento y la relajación más absoluta del mundanal ruido del día a día, una semana así no se puede llamar de otra manera que Santa.

Por mucho que el año te mortifique y te golpee día a día en esta semana cierran todas las heridas y se recargan las energías sobradamente. Realmente, el domingo te sientes resucitado.

Segundo cuplé. No se puede decir más con menos.

La huelga.

Foto: RTVE.





¿Qué pasó ayer?

Ayer era jornada de Huelga General. Los españoles estabamos llamados al parón, a la movilización y a la protesta ante las locuras, me niego a seguir con los eufemismos como "recortes", "reformas" y demás, que ha cometido y, sobre todo, que va a cometer este gobierno, votado por muchos de vosotros.

En las calles de toda España se vieron ayer ríos de personas ejerciendo su derecho. Su derecho a intentar que nuestra participación en esto que llaman democracia (y no lo es) no se reduzca a meter un sobre en una caja cada cuatro años. Pero faltaban muchos, y de eso voy a hablar.

Ayer leía por las redes sociales y los medios, infinidad de críticas a los piquetes, infinidad de alusiones a la violencia de los manifestantes, infinidad de referencias de comercios abiertos y un contínuo mensaje de que era un día normal y que la huelga era un fracaso.

Mentira sobre mentira, y sobre mentira una.

Nos creemos lo que la derecha nos escupe desde la tele porque somos así de estúpidos. Nos manipulan, descaradamente además, pero porque nosotros les dejamos.

Un dato que se usa para medir la efectividad del parón es la demanda energética. Nos dicen que "tampoco bajó tanto" la demanda eléctrica ayer. ¿Nos dicen que en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, encendieron durante todo el día todo el alumbrado público para que la demanda no descendiera? No, eso lo omiten, ¿qué curioso, verdad?

Muchos comercios abrieron, cierto. Pero, ¿por qué?. Es cierto que grandes empresas como Mercadona o El Corte Inglés ayer abrieron con total normalidad, eso dice la tele. Dichas empresas obligaban a sus empleados a ir a trabajar, les negaban su derecho constitucional a huelga. ¿Eso lo han dicho por la tele? Yo no lo he oído.

Y aquí me meto con el tema de los piquetes, que ayer me traía negro leer las opiniones de muchos. Dejo claro desde el principio que es comprensible que alguien no quiera hacer huelga y abra su comercio. Esa persona tiene el total respeto y cualquier agresión contra él me parece bochornosa, despreciable y condenable. Aclarar en este punto que tampoco creo que ese sea el caso mayoritario: piquetes agrediendo a pequeños comercios, aunque eso sea lo que diga la tele y la gente que se indigna con lo que la tele dice.

Ahora bien, grandes empresas (o medianas o pequeñas) que obligan a sus empleados a trabajar, que les restan derechos cometiendo una ilegalidad, que abren sus puertas al público con empleados forzados de una manera u otra, o que tienen las puertas cerradas pero dentro esconden a sus empleados aprovechando para hacer inventario, esas empresas se han ganado por méritos propios más que sobrados un piquete en la puerta. Incluso una denuncia y una condena por parte de algún tribunal, cosa que no pasa nunca.

¿Piquetes en la puerta del Corte Inglés? Por supuesto. No me gusta entrar en la dinámica de "empezaron ellos" pero es que es así, si ellos cometen barbaridades contra los trabajadores es lógico que sindicatos u otros trabajadores acudan a protestar.

Y os lanzo una reflexión: Si vosotros quisieráis hacer huelga, y vuestra empresa os dijera "no, el jueves aquí o no vengas más" ¿No os gustaría que el jueves hubiera un piquete en la puerta que le jodiera el día de ventas a vuestra empresa? A mí me encantaría.

Otro tema, la violencia. Genial, la derecha mediática ha triunfado una vez más. Es tan fácil como colocar un grupo violento en Barcelona quemando contenedores para que la opinión pública ya esté en contra de la manifestación y la huelga. ¿Os dáis cuenta de lo fácil que es?

Hay violencia. No me pronuncio ni a favor ni en contra, de momento, pero la hay, es algo evidente, porque la hay siempre que hay una concentración grande de personas, sea en una huelga o en San Fermines. Pero, ¿nos quedamos con eso? ¿nos quedamos con la violencia minoritaria, aunque siempre escandalosa, en una jornada de huelga y de protesta contra temas muy serios? Mal, creo yo que vamos mal.

Vivimos a merced de lo que nos enseña la tele y del morbo. Si la tele nos muestra una imagen de las avenidas de Madrid llenísimas de personas protestando pacíficamente y otra de un nota quemando un contenedor en Barcelona, nos quedamos con que la protesta es violenta y pierde la razón.

Haced autocrítica, revisad el pensamiento y la concepción que tenéis de la huelga de ayer, no creo que haya sido un fracaso, ni una batalla campal. Creo que el pueblo está gritando NO ante la que se avecina y creo que desde todos los estamentos se están haciendo los oídos más sordos basándose en todos los argumentos que he intentado desmontar en este texto.

Última reflexión que lanzo, esta vez personal: si la gente se indignara tanto con la reforma, que es indignante, como se indignaba ayer con los piquetes y la violencia, las cosas irían de otro modo. Probablemente mejor.


"El pueblo unido jamás será vencido". Quilapayún (Pero, primero, debe estar unido).


martes, 27 de marzo de 2012

¿Qué ha pasado en Andalucía?

Con cierto retraso, intencionado, va aquí mi a veces modesta opinión sobre los resultados electorales del pasado 25 de Marzo (que, por cierto, aprovecho para indignarme con tanta abreviatura: 25M, 29M, 23F, 15M, 11M...vamos a acabar hablando en binario).

Cierto retraso intencionado, decía, porque me parecía lícito y lógico dejar un tiempo de asentamiento a las ideas, dejar que los hechos pasaran de la visceralidad al raciocinio.

 La valoración general que doy a estas elecciones andaluzas es positiva. Positiva porque se ha conseguido frenar algo que parecía irremediable: el triunfo (uno más) del PP por mayoría absoluta.

Es importante que el PP haya perdido, más bien que no haya ganado, pues nunca la ha tenido, Andalucía. 

Es importante porque el PP es el partido con más poder de la historia "democrática" de España. Tiene en su poder prácticamente todo el país. Excepto en los territorios Vascos y Catalanes, el PP controla los principales ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, además del gobierno nacional y otros poderes que controla indirectamente (económico, mediático, judicial..). Ahora, sigue siendo el partido con más poder, pero ya tiene una espina, y no pequeña: Andalucía.

Como dice Ignacio Escolar en su blog (http://www.escolar.net/MT/archives/2012/03/gracias-andalucia.html) : "Si el PSOE e IU son capaces de demostrar en Andalucía que se pueden cuadrar las cuentas públicas con otras recetas, sin desmontar el Estado del bienestar, el PP tendrá más difícil de argumentar que su salida a la crisis es la única que hay."

 Por lo tanto, los que no apoyamos las políticas de derechas y los recortes exagerados, que deberíamos de ser todos los que no somos ricos, aunque no sea así, tenemos en este resultado un chaleco salvavidas en mitad del maremoto. Ojo, un salvavidas, no el fin del maremoto.


Otro punto positivo es que el único partido, de los tres que han conseguido escaños, que ha subido en votos ha sido IU. Positivo porque rompe la tendencia bipartidista. Porque demuestra que, aunque a veces lo parezca, la población no es tonta y empieza a aprender a castigar a unos y a otros por sus responsabilidades en este follón. Porque se premian otro tipo de propuestas.


IU es la formación que tiene quizás el papel más crucial. Es la llave de gobierno, pero tiene que serlo sin concesiones ni cheques en blanco. Tiene que ser fiel a su programa y dejarle las condiciones muy claras al PSOE y exigir que se cumplan, de otra manera el pacto IU-PSOE sería la continuidad del PSOE, a secas.


Por otro lado, puntos negativos.


Negativo, aunque hasta cierto punto comprensible, me parece el dato de participación. 10 puntos menos que en 2008. Un 37'7% de gente que no fue a votar.


Negativo me parece, también, la actitud de Griñán y el PSOE. Han ganado, correcto. Seguirán gobernando, correcto. Pero lo han hecho mal. No ha habido autocrítica ninguna por parte del PSOE, han ganado y sienten que, por consiguiente, el pueblo alaba sus políticas pasadas. No creo que sea esa la lectura correcta del resultado, y si de verdad en privado el PSOE hace esa lectura, mal empezamos.


En general, me siento contento. La derecha más rancia, el señorito andaluz, ha fracasado en su oportunidad más clara por conseguir el gobierno.


La izquierda, los "ratones coloraos" como dice Jose Manuel Gordillo, alcalde de Marinaleda, toman poder (y responsabilidad) ante los dos grandes gatos.


Y, en el gobierno, el mal menor suma y sigue. Veremos si cambian algo o siguen paseandose por su cortijo cuatro años más.




Resumiendo todo el tocho en una frase: Contento, sí, pero.




"Programa, programa, programa." Julio Anguita.

viernes, 23 de marzo de 2012

Teatrillo de marionetas.

Esta historia empieza con el intenso azul en el que se torna el negro profundo de la noche cuando acaba. Ese tono puro que tiene el cielo en el instante antes de que se dejen ver los primeros destellos dorados del amanecer.

Esos destellos que, una vez son liberados de la prisión a la que los somete el horizonte, avanzan a una velocidad vertiginosa, inundando y atravesando todo lo que se encuentre a su paso, montañas, ríos, valles, ciudades...

Ciudades como Roma, en la que las farolas comenzaban a apagarse mientras los primeros rayos de sol pegaban contra las paredes de la cittá eterna, rebotando y llenándolo todo de vida, despertando a todo el que aún no lo estaba, indicando a gritos silenciosos que un nuevo día ha llegado.

Uno de esos millares de destellos, ya cambiando de anaranjado a amarillento, entraba sin resistencia por uno de los vidrios de la ventana de Nica.

Ese destello, que viajaba veloz, feroz y derribando cualquier obstáculo a su camino durante millones de kilómetros, que no se había detenido por nada ni por nadie, esa brutal fuerza, se detenía casi por completo una fracción de milímetro antes de llegar a la espalda desnuda de Nica. La velocidad arroyadora dejaba paso a una lentitud suave, a una leve caricia que se esparcía con total suavidad por la morena piel de la joven.

Con la misma suavidad que la luz bañaba su habitación, Nica abrió los ojos, unos profundos ojos marrones que habían causado la perdición a más de un enamoradizo.

Miró a su lado y contempló en el otro extremo de la cama el cuerpo de un hombre, que aún dormía. La enésima víctima de la abrumadora personalidad y belleza física de Nica. Era capaz de postrar ante sí al hombre más duro, ella lo sabía y, para que negarlo, le encantaba.

Se incorporó en la cama. Su larga y sedosa melena negra parecía indespeinable: a cualquier movimiento, el pelo respondía como un líquido que se ajusta a su recipiente, volviendo a su forma natural, perfectamente dispuesto.

Se frotó los ojos. La luz no era molestia a esas horas de la mañana, pero tenía por costumbre frotarse los ojos antes de empezar el día, así, según pensaba ella, tomaba fuerzas, reflexionaba sobre la noche anterior, ponía en orden sus pensamientos, separaba lo que había soñado con lo que había pasado realmente y, al abrir los ojos, ya estaba lista para afrontar lo que fuera.

Volvió a mirar a su lado. Allí seguía aquel hombre. A decir verdad, no sabía su nombre, no sabía muy bien a qué se dedicaba ni de donde era. No era italiano, habían pasado la noche hablando en un inglés muy mal acentuado, pero no sabía mucho más. Ni lo quería saber.

Se levantó y se dirigió al espejo. Más que andar, se deslizaba, con una postura que imponía respeto y le daba un aire de importancia que le encantaba. Se miró al espejo. Recorrió su morenísimo cuerpo con la vista y se miró a los ojos.

- Esto es lo que les gusta. -pensó- No se molestan en ver que hay detrás, no se plantean por qué se los pongo tan fácil. Ni se dan cuenta de que se lo pongo fácil. Ven a una chica guapa y aparentemente difícil y sacan su orgullo de macho a pasear. Me cortejan como si fueran una manda de ciervos graznando a sus hembras. Creen que lo consiguen. Se gustan a sí mismos mientras piensan que me están ligando, que soy un mero premio que se están ganando con sus actitudes animales, con sus bailes grotescos y sus comentarios...Para que hablar de sus comentarios ¿da resultado de verdad con alguien?. Cuando ya me he divertido lo suficiente riéndome por dentro de sus actitudes de cortejo, solo entonces, les invito a pasar la noche, y empieza otro chiste.
 Me hacen el amor pretendiendo hacerme pasar la mejor noche de mi vida y no saben que soy yo la que les está haciendo pasar la mejor noche de sus vidas a ellos. Se creen que ninguno de los numerosos hombres, que me atribuyen haber tenido, me ha hecho pasar una velada igual. Su pasión forzada y sobreactuada es casi la parte más graciosa del juego.
Bueno, realmente la parte más graciosa del juego es que después de haberme divertido tanto estudiando su comportamiento, al final me llevo mi dósis de placer físico. A nadie amarga un dulce.
Ahora él se despertará, dos veces, una del mundo de los sueños, y la otra, del sueño de que me conquistó, de la idea de que fuí suya. Se dará cuenta de que no era el titiritero, sino el títere y eso dañará su orgullo de la misma manera que, probablemente, él dañó el de alguna otra mujer.

Echó la vista atrás, miró a aquel hombre un segundo y volvió a mirarse a sí misma ante el espejo. Sacó una media sonrisa con cierto aire erótico y cierto aire malvado y dijo en un susurro:

- Ironías de la vida.

lunes, 19 de marzo de 2012

¿Viva la Pepa?

Cuando, tal día como hoy hace 200 años, se creaba la Constitución de 1812, Cádiz era el centro de casi todas las miradas europeas. La única capital resistente en España a las tropas de Napoleón. Un estandarte de modernidad política y social, una ciudad que acababa de vivir su Siglo de Oro a causa de ser el puerto principal de comercio con América. Una ciudad referente y bien marcada en los mapas. Era el no va más.

Ahora, dos siglos después, es el no va menos.

Ahora solo es referente europeo cuando se habla de datos de desempleo. Toda la modernidad, el pensamiento avanzado y progresista ha quedado prácticamente reducido a la nada.

Ahora celebramos el bicentenario de una Constitución que deberían celebrar los Sudaméricanos, pues a ellos les sirvió de modelo para crear sus independencias de los tiranos: nosotros, pero que para los españoles sirvió de más bien poco. Bueno, rectifico, hubo un español al que le sirvió. A Fernando VII le ayudó mucho la "Pepa" a la hora de asear su real trasero.

Ahora tiramos el dinero que esta provincia y esta ciudad no tienen. Llenamos las calles de folklore, levantamos plazas que estaban bien, creamos puentes faraónicos que no son necesarios. Remodelamos las partes menos necesitadas de arreglos. Tiramos el dinero que, por lo visto, nos sobra.

Nos convertimos en la capital iberoamericana de la cultura siendo, y permitidme la hipérbole, la ciudad con menos oferta cultural de iberoamérica.

Salimos en la tele y eso nos gusta, nos sentimos importantes, se nos olvidan las carencias y los problemas de la ciudad. Los políticos se hacen las fotos, se dan un baño de multitudes y el pueblo les acalama.

Cuando veo este populismo y este derroche descarado e insultante, vergonzosamente apoyado por un pueblo (o una parte de un pueblo) que parece no ser consciente de lo que pasa, recuerdo al maestro Berlanga, recuerdo su "Bienvenido Mr. Marshall" y veo, a la perfección, reflejado, en esa perfecta caricatura de la sociedad rural de 1953, a la gente que sale hoy a la calle a gritar "¡Viva la Pepa!"

En época de los romanos se acallaba al pueblo con pan y circo. Ahora es con televisión y fútbol y, de vez en cuando, con bicentenarias pamplinas.

"¡Tus muerto, Pepa!". Carlos "el Legionario".

martes, 13 de marzo de 2012

Viajero, que no turista.

Me gusta viajar. Es más, me encanta viajar.

Esta afirmación la podría decir un porcentaje altísimo de la población mundial, de hecho, la contestación más probable es: "Ya, y a quién no".

A lo largo de mi vida, que podríamos decir que es más bien corta, he tenido la inmensa, inmensísima fortuna de tener la ocasión de viajar y conocer lugares dispares en distancia, paisaje y costumbres. Si algo ha caracterizado cada uno de los lugares que he pisado es que los he intentado "vivir" en la medida de lo posible.

Me repele enormemente el concepto de viaje en el que ya tienes un calendario y una agenda. En el que sigues a un rebaño y ves lo que el guía, las agencias y las postales quieres que veas. El turismo. No digo con esto que vayas a Londres y no visites el Big Ben, el London Bridge, Trafalgar Square o el British Museum, lo que digo es que hay que saber ver más allá.

Hay que saber entrar en una taberna y beber al lado de las gentes de allí. Ser capaz de entender sus costumbres, sus hábitos y sus maneras de ser. Perderse en el barrio menos vistoso y ser capaz de ver las maravillas escondidas que no salen en las guías turísticas (que las hay a patadas). Eso te puede hacer comprender y ver mejor todas esas cosas que salen en las postales y los reportajes de la tele.

Guardo las mismas fotos que cualquiera que haya estado en las mismas ciudades que yo: en las que salgo en sitios famosos o con monumentos conocidos, pero también guardo, y a veces con más cariño, otras fotos, en las que salgo en un sitio tan hermoso como desconocido.

Guardo los recuerdos de las gentes que conocí a lo largo de mi vida. De aquel camarero en Buenos Aires que nos dijo abiertamente que lo que estabamos pidiendo estaba asqueroso. De aquella joven canadiense de ascendencia latina, la única latina que he escuchado en toda mi vida hablar ceceando. De aquel vasco hasta la médula que hacia guardia nocturna en un camping mientras compartía, con el que quisiera, una conversación. De aquel semi-hindú que pasaba el fin de año Holandés en un camping nudista. De muchísimos más.

"Si hay algo que odio en esta vida es dar consejos, pero ahí va uno": La próxima vez que viajéis, da igual donde, a Sydney o a Cuenca, tratad de ver las cosas que no os resaltan casi por la fuerza. Disfrutad de lo obvio y de lo disimulado. Intentad ver el mundo con ojos de viajero, no de turista. Quizá os llevéis una grandiosa sorpresa.


"Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Antonio Machado.

jueves, 8 de marzo de 2012

El Día de la Mujer y el aborto.

¿Qué mejor manera de celebrar un Día de la Mujer que quitándole derechos? Es fantástico. Es una broma surrealista que ni a los mismísimos Monty Phyton se les habría ocurrido.

Afortunadamente a los genios de la comedia que tenemos por gobernantes sí se les ha ocurrido. Bravo.

Y es que la reforma del aborto no es más que un recorte de derechos. Otro más. Lo hacen, dicen, por las madres. ¿Por las madres adolescentes que se van a encontrar con la carga inmensa de un hijo cuando a lo mejor no la pueden soportar? ¿Por las madres que lo son a causa de una horrible violación? ¿Por las madres que no están preparadas social o económicamente para criar a un hijo pero que les falló el anticonceptivo que fuere? ¿Por qué madre lo hacen? ¿Por la madre que, voluntariamente, se ha quedado embarazada y quiere tener un hijo? Será por esa. Por la que menos necesita una reforma de aborto.

Yo creo que es tán obvio que es denigrante para el lector que lo explique, pero lo voy a hacer: 

1. La ley actual de aborto NO OBLIGA a ninguna madre a abortar, solo elimina dificultades a la que VOLUNTARIAMENTE QUIERA. Es de perogrullo, pero hay tapiados mentales que aún no lo quieren ver.

2. El aborto NO SE USA COMO MÉTODO ANTICONCEPTIVO. Esto es lo más indignante de cuantas cosas se han dicho sobre el tema. ¿En serio alguien cree que es agradable para una mujer abortar? ¿En serio alguien piensa fríamente que una mujer mantiene relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos y piensa "bah, luego aborto"? ¿En serio alguien está tan enfermo de la cabeza?

3. "La reforma se hace para velar por el derecho del no-nato". Este es el punto más escabroso. Para mí, el no-nato es eso: algo que NO ha nacido, por lo tanto no es aún nada y no tiene derechos. Es así, si nos ponemos así, un espermatozoide es un futuro bebé, así que la masturbación es delito. ¿A que no parece lógico? Pues lo mismo.

En definitiva, sí usted es católico y piensa que el aborto es pecado. Si usted considera al feto como un ser humano y por lo tanto el aborto asesinato. Si usted simplemente cree que el aborto es una aberración, pues no aborte. Nadie le obliga. Pero no imponga sus creencias a los demás a base de leyes restrictivas. Luego hablan de respeto.

Esta reforma de la Ley del Aborto no hará más que dejar claro que la famosa "igualdad entre géneros", y si me apuran el "Estado Aconfesional", es puro marketing.

Disfruten lo votado.

"Si los curas pariesen, el aborto sería sacramento".

martes, 6 de marzo de 2012

El hombre del banco.


 De todos los variopintos personajes que poblaban los bancos de aquel parque, ese señor de pelo oscuro y poblada barba era el que más llamaba la atención.

Hacía un tiempo frío y otoñal. Diciembre asomaba entre los árboles, llenos de hojas naranjas que iban cayendo poco a poco. Este tiempo daba lugar a que aquel solitario personaje estuviera enfundado en una gabardina oscura que le tapaba prácticamente por completo.

Un elegante sombrero gris que cubría su cabeza y unos elegantes zapatos de piel marrón oscuro le daban un aspecto elegante y señorial.

Era una persona madura, probablemente mayor de aspecto que de edad física.

Solitario se sentaba en uno de los viejos bancos de madera que bordeaban el paseo en el interior del parque. Detrás de él el sol se ponía entre los altos edificios de la ciudad, dándole una luz especial al parque, pero parecía no importarle.

Tenía la mirada baja, como si todo lo que le interesara en el mundo estuviera escrito en el trozo de hierba que tenía bajo sus pies. Sus profundos y oscuros ojos se clavaban en el suelo, pero sin mirar a nada.

Una suave brisa de frío viento pareció despertarle de su letargo. Con un movimiento muy lento y suave alzó la vista y miró a su alrededor.

Al principio miró hacia arriba, a las hojas de los árboles. Todas juntas en la copa del árbol, tornándose de un mismo color anaranjado, en conjunto, en familia. Pero en un momento dado una de ellas cae, nada parece provocarlo pero así es, uno de los miembros de esa “familia” cae suave y parsimoniosamente. Se despide de su hogar y va a parar a un suelo donde será pisoteada y posteriormente barrida.

Esta otoñal visión no pareció alegrar a este personaje, y sin mover un solo músculo de la cara volvió a bajar la mirada.

Pocos segundos después volvió a salir de su aletargamiento, esta vez por un sonido que parecía chirriarle en su cabeza: una risa.

Levantó la cabeza con la misma parsimonia y suavidad que la primera vez, esta vez miró a su izquierda, por lo que tuvo que torcer un poco más un cuello que parecía no tener ninguna movilidad.

Bajo un árbol grande se encontraba un perro, un gran pastor alemán con un pelaje espeso y precioso, sin ningún tipo de agresividad, un perro noble. Con él jugueteaba una pequeña niña que apenas levantaba 4 palmos del suelo, la que provocó la risa. Correteaban y jugaban por la hierba bajo la atenta mirada de su padre, un hombre de unos 30 años, con aspecto juvenil y con un gesto de felicidad y tranquilidad. Unidos jugaron durante unos minutos, riendo y disfrutando, el perro de estar corriendo en libertad, la pequeña de poder disfrutar de aquel maravilloso entorno y el padre orgulloso de la sonrisa de su pequeña.

El hombre del banco seguía sin mostrar ninguna alegría, tampoco por esta escena, con cierto gesto de resignación volvió a torcer su cuello, esta vez no miró al suelo sino a su derecha.

La luz ya casi había desaparecido, brillaban estrellas, la luna asomaba y las farolas del parque empezaban a lucir con una tenue luz blanca.

A su derecha en otro banco idéntico al de él había una pareja de jóvenes. Él sentado sobre el banco y ella sobre su regazo, con la cabeza apoyada en su hombro. Parecía como si para ellos no existiera nada más allá de la pupila del otro. Se miraban largo tiempo sin decir nada y solo interrumpían su silencio para darse un beso, momento en el cual parecía más aún que no había nada más a su alrededor. Caricias, abrazos y miradas de complicidad que decían todo lo que no salía de sus labios. Su simple forma de respirar el uno con la otra ya decía a gritos las dos palabras más repetidas por dos enamorados.

Con esta imagen, como era de esperar, tampoco se alteró el rostro del hombre del banco, que volvió a girar la cabeza, esta vez empleando un par de segundos más en el parpadeo. Necesitaba un poco de oscuridad para mantener su serenidad.

Ante tanta visión parecía más nostálgico y melancólico, perdiendo un poco el control sobre la situación y sobre sí mismo, que parecía tener por su actitud serena, miró al frente buscando algo que le sirviera de alivio, un salvavidas, una visión tranquila que no le hiciera pensar. Pero no lo encontró.

En frente suya un par de palomas picoteaban restos de pan, perfectamente coordinadas para picotear a la vez pero sin estorbarse, acompasadas, juntas.

En aquel momento el hombre retomó su serenidad, y con la parsimonia que le caracterizaba giró la cabeza, esta vez miró el banco en el que se hallaba sentado, miró a un lado y contempló la madera, miró al otro lado y contempló más madera, oscura y vieja.

En aquel momento volvió a bajar la mirada, volvió a centrarse en aquel trozo de hierba, como si lo único que le interesara del mundo estuviera escrito en él.

lunes, 5 de marzo de 2012

Primeros pasos.

Lo típico que en mitad de una conversación se te bloquea sin previo aviso el cerebro y la única manera de desatascar a tu neuronas para que vuelvan a funcionar es esa maravillosa frase de "¿Qué iba yo a decir?". La pregunta incontestable para todo aquel que no sea el que la pronuncia. La perfecta antesala de cualquier pensamiento. Cualquier cosa puede salir a continuación de tu recién reactivada mente.

Esa es la idea. Aquí caerán las mayores locuras y coherencias que se me crucen por el pensamiento. Ficciones, realidades, reflexiones o simples idas de olla con el puchero aún dentro.

Bienvenidos.