lunes, 9 de julio de 2012

Demencial cordura.

¿Ya he perdido la razón? Supongo que la mera existencia de esta autoreflexión indica que no.

Llevo años, días, o minutos, no sé, perdido en este caos que se ha convertido mi mundo. Como si hubiera amanecido convertido en una cucaracha en un mundo humano. O convertido en humano en un mundo de cucarachas. No sé dónde estoy pero sé que estoy.

La demencia se ha apoderado de mí. Ya no sé que digo ni que pienso, no controlo mis emociones ni soy capaz de actuar con respeto a la lógica y la coherencia. No sintáis pena por mí, y si lo hacéis, no lo hagáis por la locura que me roba la existencia, hacedlo por el hilo de cordura que aún me ata a la realidad, por esa mínima luz que aún me ilumina, me ciega y me hace comprender que me estoy volviendo loco sin remedio, como un enfermo terminal que sabe que se muere sin ningún tipo de remedio.

No quiero la cura, quiero morir del todo. Quiero que la irracionalidad me atropeye, quiero sentir la absurda felicidad del inconsciente, que mis neuronas se duerman del todo, se vacíen del mundo real y se llenen de opiácea psicodelia.

Pero aún queda esa unión a la realidad, aún veo cual es el camino marcado y soy capaz de verme a mí mismo saliéndome fuera de ese camino sin control, autocensurando mi comportamiento pero sin poder remediarlo, abandonado a una fuerza que me arrastra y me deja que sea consciente del proceso de arrastre.

Me vuelvo loco. Ojalá loco del todo. Aún no he perdido toda la razón, solo la justa para que duela.

sábado, 7 de julio de 2012

God Bless America?

El pasado 4 de Julio, se celebraba la efeméride de la independencia en 1776 de las 13 colonias americanas del imperio Británico, naciendo así Estados Unidos.

Esta efeméride me ha dado pie a escribir un pensamiento que me ronda la cabeza desde hace varios años, y es esa relación amor-odio que me suscita el imperio yankee.

Estados Unidos, América como les gusta llamarse a ellos como si el continente americano empezara en los grandes lagos y acabara en Texas, es un país que a lo largo de su corta historia ha sido capaz de lo peor.

Ha sido la cuna del sistema capitalista más feroz y salvaje, del que ahora somos víctimas.
Ha sido capaz de TODO por conseguir poder. Guerras sangrientas, misiones encubiertas, sabotajes, colocación de líderes y regímenes políticos afines a ellos a lo largo y ancho del mundo, colonización de países mediante bases militares, control absoluto, y un larguísimo etc.

Han llevado a cabo la política exterior más brutal que jamás haya llevado un país. Y en la interior no se quedan cortos: prohibición de matrimonios gay, disparatadas leyes sobre armamento, disparatadas leyes penitenciarias, pena de muerte, sistema sanitario para ricos y otro larguísimo etc.

Culturalmente nos invaden (y nos dejamos invadir, todo hay que decirlo) al resto del mundo, imponiendo su modo de hacer las cosas y su modo de vivir en todo el mundo.

Y aquí está el punto de inflexión, lo que me lleva a la parte buena de mi bipolar relación con este país.

No soy partidario de la americanización de nuestra cultura ni mucho menos pero, y lo digo a boca llena, me encanta el cine americano. ¿O es que vamos a negarle el talento a Robert de Niro, Al Pacino, Ford Coppola, Woody Allen o Tarantino (entre otros) por haber nacido en Estados Unidos? ¿A caso no son ellos cineastas y actores americanos? ¿Y a caso no es su trabajo excepcional?

¿Y la música? La gran mayoría de ritmos modernos nacen en Estados Unidos. El jazz, el blues, el country, el rock, el rythm and blues, el soul, el funk, el hip-hop....Todo eso es cultura americana, que tanto gusta tirar por tierra a los intelectuales (que, por cierto, es muy cool decir que lo americano es una mierda y lo francés lo más, no sé por qué).

Indudablemente hay muchísima morralla en la cultura americana, pero hay que pensar que si en España hay novelistas, cineastas, pintores y músicos pésimos con 40.000.000 de habitantes, es normal que en un país con más de 300.000.000 haya mucha más proporción.

Me repito en que hay que defender que cada país tenga su cultura propia y no se deje influir ni eliminar por la poderosa cultura americana, pero no por ello hay que negar los talentos de dicha cultura, que los tiene.

Además del aspecto cultural, Estados Unidos tiene una riqueza natural casi inigualable, desiertos, lagos, montañas...casi cualquier tipo de paisaje está metido dentro de ese país, por no hablar de que algunas de sus ciudades son de las más importantes del mundo en todos los sentidos, aunque estas dejan mucho que desear y tienen infinidad de aspectos negativos que darían para otro post entero, así que no entro.

Resumiendo este batiburrillo de ideas, Estados Unidos es un país que he tenido la fortuna de conocer, pero me ha resultado demasiado poco lo que de él he visto. Necesito recorrerlo y que siga dándome esa dósis de cal y de arena que siempre me dá. Que siga haciéndome sentir asco por la especie humana y a la vez me maraville con su diversidad e historia.




"Esta versión del himno es como América: preciosa y caótica a la vez". Jimi Hendrix.